jueves, 9 de diciembre de 2010

Sobre la inmigración

Los hechos que están ocurriendo en Villa Soldati tienen como responsables al Gobierno Nacional y a la Jefatura de gobierno porteño, sin lugar a dudas. Por más que unos y otros de cada bando se pateen la pelota, a la hora de buscar culpables se convierten en los principales sospechosos.

Macri puso sobre el tapete el "problema" de la inmigración, como una de las causas determinantes del conflicto ocupacional que se vive en la ciudad de Buenos Aires. Los obsecuentes de una opinión pública superficial dirán que esas consideraciones denotan xenofobia, retraso, fascismo. Pero por lo bajo, seguramente debe aceptar que la desregulación de controles migratorios en nuestro país es alarmante.

Desconozco la cantidad de individuos que penetran en el territorio nacional a diario, pero no podemos negar que una mayoría tiende a provenir de los países limítrofes que lamentablemente se encuentran en condiciones político-económicas peores que las argentinas. Estos individuos buscan instalarse en este país y mejorar sus condiciones de vida, siendo Capital Federal su "tierra prometida". Pero paradójicamente, el costo de su bienestar es un deterioro en la calidad de vida de los lugareños. En este caso, los porteños.

Las diferencias culturales, que engloban las formas en que un ser humano entiende su relación con el mundo que lo rodea, y por sobre todas las cosas, la incapacidad de nuestra clase política para defender seriamente los intereses del ciudadano, son importantes causantes de un creciente malestar sobre la situación.

Por supuesto que la inmigración por sí misma no establece un conflicto, sino que el problema es la inutilidad de nuestros altos representantes políticos. Obviamente, acompañados por una opinión pública, siempre generalizando, que no sabe lo que quiere. Que, por ejemplo, se queja de la inseguridad reinante, pero rechaza a la institución polícial y el establecimiento del orden en situaciones tumultuosas como la que se desarrolla en Villa Soldati.

No se trata de perseguir a lo inmigrantes, pero sí de copiar algunas metodologías de los países serios y que gozan de una salud muchísimo más sana que la argentina. ¿Es imposible regular la inmigración? ¿No se pueden tomar medidas contra los indocumentados?

La cuestión no es relacionar automáticamente a los inmigrantes con el narcotráfico, por ejemplo. No se debe entrar en una discriminación negativa. Lo que hay que buscar es mejorar esta realidad, organizar un país seriamente, estructuranos de la mejor manera. La descentralización de este país incurriría en un alivio al amontonamiento que se vive en esta pequeña porción del territorio nacional, la Capital Federal. La regulación de una responsable ley de inmigración, sería otra.

El trasfondo de lo que sucede en Soldati es otro, pero la inmigración cumple un papel determinante. En la ocupación del Parque Indoamericano, una abrumadora mayoría de inmigrantes es palpable, es evidente. Lo que buscan es un refugio, aquello que desgraciadamente no pueden encontrar en su país. Lamentablemente, el nuestro no está preparado para acogerlos.