sábado, 30 de julio de 2011

FUTBOL PARA TODOS, BENEFICIO PARA POCOS


En este país, suele decirse que nuestra sociedad es el fiel reflejo del fútbol. Vaya casualidad, en mi caso sostengo que el “Fútbol para todos” (FPT) es el espejo de este gobierno. Un proyecto que desenmascara el perfil de esta administración.

Hace unos años, cuando nació esta propuesta, FPT se enmarcaba dentro de un plan de salvataje a la dramática situación de las instituciones futbolísticas, las cuales se encontraban inmersas en una crisis económica terminal. Mediante el programa oficial, los clubes recibirían una inyección de dinero que calmaría sus arcas y les permitiría asomar la nariz del pozo financiero. Pero solamente los ingenuos, pudieron imaginarse que esta jugada no sería una cortina de humo que ocultase otro propósito más afín a los intereses de quienes manejan los hilos del Estado. Asestar un duro golpe a un grupo económico privado, opositor a sus intereses. El Grupo Clarín, claro está.

Cierta vez, una profesora me explicó que en una negociación existen acuerdos y pactos. Los primeros, son resultado de sesiones y debates que pueden llegar a buen puerto o no. Los segundos, son imposiciones, en muchos casos, con tintes corruptos. Pues bien, el pacto entre el gobierno nacional y la AFA, o lo que queda de ella, repartiría la suma de $ 600 millones de pesos a instituciones llevadas a la ruina por dirigentes incompetentes algunos y bien competentes para su beneficio personal, otros. Ante este escenario, todos contentos. Crápulas con más dinero en sus bolsillos y Clarín con menos terreno. Por si eso fuera poco, las transmisiones futboleras se vieron estampadas con una insoportable propaganda oficial, cuyos datos difícilmente puedan ser contrastados con la realidad, dada la adicción de este gobierno a desinformar.

Pensarán ustedes ¿qué tiene que ver el primer párrafo de esta nota con los otros dos que lo proceden? Ellos son la introducción al eje de mi denuncia. Cristina Fernández y su séquito, le venden espejitos de colores a su querido pueblo y el Fútbol para todos desempolva esta práctica. El discurso de la presidente y sus funcionarios reza por orientarse, “como ningún otro gobierno en la reciente historia democrática argentina”, hacia la justicia social, a una distribución de la riqueza equitativa, a una política inclusiva. Sin embargo, su accionar no puede estar más lejos de esa realidad. En el reciente mamarracho, entretejido entre el gobierno y el interminable Julio Humberto Grondona, la apuesta de FPT sube a los $ 1.200 millones de pesos. En divisas, hablamos de un monto cercano a los $ 300 millones de dólares que se ofrecen como una increíble contradicción (una más) al discurso oficial.

La pregunta ahora es ¿habiendo tantas cosas por hacer en este país, como debemos leer la disposición de semejante cantidad de plata en el fútbol? Bien, menos terrenos para el Grupo Clarín y más poder para quienes gobiernan. Pero cuidado, porque lejos estoy de ponerme del lado de Clarín, sino que lo irritante es que con todo lo que hay para hacer en este país (hospitales, escuelas, construcción de viviendas, seguridad, entre otros) nuestra plata, la que pagamos todos con nuestros impuestos, es despilfarrada de una manera insólita, tan irresponsable.

Para peor, algunos ignorantes dicen tenernos asco porque pensamos diferente a ellos. Bien, en mi caso, me da lástima que ellos enaltezcan y cierren filas detrás de quienes con sus palabras y actos se ríen de todos nosotros. Sí, incluso de Fito Páez.