miércoles, 28 de julio de 2010

NUNCA MAS



Esta tarde, Maradona expresó todos sus pesares y resentimientos, en una conferencia de prensa que dio por finalizado su primer ciclo al mando de la selección nacional. Y afirmo que esta fue su primera experiencia, porque sin lugar a dudas merece una segunda oportunidad en el futuro, por todo lo hecho como jugador. Aunque este no es el momento. De hecho, nunca estuvo preparado para semejante desafío.

El proceso de Maradona como DT de la selección nacional fue tan vertiginoso como polémico. Un año y medio lleno de peleas, errores y contradicciones. Su ascenso al cargo estuvo signado por aquella misma acción que, según sus palabras, lo condenó al exilio…la traición. Porque cuando Maradona acusa a Bilardo de haberlo traicionado, olvida que él hizo exactamente lo mismo para arribar a ese lugar. Diego se metió en un vestuario dividido y promovió su candidatura a costas de la salida del por entonces tambaleante Coco Basile.

Sus 630 días al mando, fueron como una caja de pandora llena de sorpresas. Carrizo era su arquero, Papa su lateral izquierdo, Angeleri el cuatro, Riquelme su enganche, Heinze un zaguero central, Zanetti un ícono dentro del vestuario, Verón el técnico dentro del campo de juego, Jonás el inamovible de la mitad de cancha, entre otras afirmaciones. Nada de eso pasó. Todo anuncio que salía de su boca, se esfumaba como el vapor. Realizó un culto a la contradicción e improvisación.

Nunca se supo a que jugaba su equipo, cuestión que se notó en rendimiento y resultados obtenidos. Me atrevo a refutar las estadísticas con las que sus alcahuetes periodísticos intentan dar color a un proceso que desprestigió (por ejemplo, las goleadas sufridas dan cuenta de ello) a la selección, más allá de su funcionalidad a nivel recaudatorio. Y ese fue, quizás, uno de los motivos más importantes que influyeron en su elección. Aunque, como sostiene la publicidad de Mastercard, “hay cosas que el dinero no puede comprar”. Entre ellas, el éxito.

La frialdad de la estadística, marca que el proceso de Diego arrojó 18 victorias en un total de 25 partidos. Pero por una cuestión de seriedad, no considero que haya que tener en cuenta los disputados por el combinado local, contra equipos juveniles de países innotos, en lo que a la materia se refiera. Incluyo aquí las insípidas victorias ante Panamá, Ghana, Costa Rica, Haití, Jamaica y Canadá, logradas por nuestras selecciones conformadas por jugadores del ámbito local, cuya abrumadora mayoría fueron convocados solamente para cumplir con el compromiso de jugar y no por reales posibilidades de integrar una plantilla mundialista. Pero por otra parte, sí interpreto como importantes los partidos frente a los verdaderos competidores por el trono. La mayoría terminaron en importantes derrotas, tanto en el resultado como en el juego. España, Brasil, Alemania se suman a esa lista. Además, históricas palizas como la de Bolivia, en La Paz y el rejunte catalán. Nunca se estuvo a la altura de las circunstancias.

En fin, un proceso marcado por internas, chicanas, búsqueda de enemigos, errores de planificación, falta de autocrítica, esoterismo, inexperiencia, desconocimiento. Maradona no puede desapegarse de su endiosamiento. Mira a todos desde el cielo, sin darse cuenta que tiene los pies sobre la tierra. Las casualidades dieron forma a este proceso, de principio a fin. Su primer partido oficial fue un 4-0 frente a Venezuela, por las eliminatorias. El último, el abrumador 0-4 propinado por los alemanes que despertó a muchos de una insostenible fantasía. Su llegada a la selección, propiciada por la camarilla. Su salida, por la traición. Maradona mediático en estado puro. Si algùn dìa llega a darse una segunda oportunidad, ojalá sea diametralmente opuesta a esta.


1 comentario:

  1. Sagaz! intrepido! polemico! Cada palabra, frase, parrafo tienen su acento, punto y coma justo para dar nota que usted es un verdadero periodista de raza pura! fresco y autentico nos transmite su opinion de forma que da gusto leer su Blog, siga asi tirando bombas que llegara muy lejos!

    Atte:

    Matias Avila


    LTA.

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