domingo, 27 de junio de 2010

Goles anulados

La nota anterior la escribí el año pasado, sobre una situación algo similar que sucedió en la final de la Copa de las Confederaciones, entre Brasil y Estados Unidos. A partir de lo que pasó hoy con el gol anulado a Lampard, legítimo gol no convalidado, decidí subirla y compartila con ustedes. En la nota se resume una experiencia fallida de la FIFA, que quiere evitar recurrir a la revisión televisiva de este tipo de jugadas. Sin embargo, creo que después de lo que pasó hoy, sumado al gol en off-side que hizo Carlitos, se van a venir algunos cambios respecto del uso de los videos en medio de los partidos. Creo que solamente tendrían que ser válidos para jugadas muy comprometidas, como las de hoy.
Muchos se habrán hecho mala sangre, cuando se produjo la cumbre entre el juez de línea y el árbitro italiano, en el partido de Argentina. Por un momento, pareció que iban a anular el gol. Pero eso hubiese ido en contra del reglamento de FIFA, porque la institución no convalida la revisión de jugadas por televisión, una vez sancionado un fallo. En el caso del gol de Tevez, los jueces parecían saber que la conquista fue en off-side, porque el lineman vio la repetición por la pantalla gigante del estadio, que estaba pasando el encuentro en vivo. Pero más allá de saber al instante que se habían equivocado, no pudieron anularlo porque hubiesen violado el reglamento de FIFA.
A revisar Blatter, porque esto en un mundial no puede pasar.
Lean la nota.
Hasta la próxima.

La Maldición del ¿gol o no gol?


El centro desde la punta izquierda, ya partió. Aparece Kaká solo por el segundo palo, para cabecear al gol. Aunque con gran esfuerzo, el arquero estadounidense Howard logra despejar el balón de su valla. De todas maneras, el astro “verdeamarelho” considera que su remate ingresó al arco. Levanta su mirada y se queja por la resolución del juez, quien no vio gol. En las cabinas de transmisión, tras ver la reiteración de la jugada por televisión, un comentarista brasileño brama por la anotación no sancionada. Las imágenes demuestran que el balón había traspasado la línea. Hubiese sido el empate. Dicha situación, que sucedió en la final de la última Copa de las Confederaciones, es el gran obstáculo que la FIFA todavía no puede sortear. La famosa pregunta “¿fue gol o no fue gol?”. Si bien cuenta con el instrumento para hacerlo, todavía no lo considera como medio viable.


Ante interrogantes de igual envergadura, las federaciones de otros deportes se han rendido ante el avance de la tecnología informática. Y dicho instrumento ha logrado ofrecer una inestimable ayuda. El tenis utiliza el “Ojo de Halcón” para determinar si la pelota picó dentro o fuera de la cancha. En el básquet, los árbitros recurren a la pantalla para establecer si una canasta vale doble o triple, cuando existen dudas sobre si el lanzador pisó o no la línea de tres puntos. Mientras que en el rugby, el juez puede pedir al un asistente la revisión de una jugada dudosa, utilizando las imágenes de TV.


“Hemos probado con siete cámaras distintas en una portería y era imposible ver si había sido gol o no. Luego tuvimos un sistema con un chip en el balón, que tampoco ha sido 100% preciso. Estamos trabajando, pero siempre habrá errores. Hay que dejar en el fútbol lo humano, porque los errores forman parte del él", explicó Blatter tras la final de la Copa de Confederaciones. "La tecnología presentada a la FIFA no ha sido lo suficientemente precisa, entonces tendremos que vivir con esa idea, si ha sido gol o no ", sostuvo después.


Suena casi contradictorio que el hombre que quiso romper con los tradicionalismos del fútbol, por ejemplo llevando el mundial a África, se resigne al “error humano”. ¿Por qué no usar la televisión como medio para contestar la gran pregunta? Ante jugadas de este tipo, el cuarto árbitro podría ver su repetición e informarle al juez principal del partido, si la pelota efectivamente ingresó al arco o no. Si encima tenemos en cuenta que este tipo de acciones no se dan con mucha frecuencia, en un cotejo, menos todavía se entiende tanta inflexibilidad.


La actual postura de Blatter, y digo actual porque nunca se sabe si puede cambiar de parecer, sería entendible en caso de que se pida que la imagen televisiva se utilice también, para esclarecer casos tales como faltas dentro o fuera del área, si la pelota salió de la cancha en su totalidad o no, si el jugador fue realmente víctima de foul o simuló. Ahí sí que no sería conveniente utilizar ese medio como vía de resolución. Si ante cada duda el partido se frena, éste sería absolutamente aburrido y monótono. Más aún, con la costumbre que tienen los jugadores de pedir todo tipo de cosas dentro de la cancha y exagerar cada roce existente, el encuentro permanecería todo el tiempo suspendido.


Ahora bien, imaginemos que el cabezazo de Kaká hubiese sucedido en una final del mundo. Pensemos también, que Brasil no pudo dar vuelta el resultado y, a la postre, Estados Unidos se alzaba con la copa ¿Cómo se redimiría Blatter de este “error humano” cuando todas las cámaras demostraron el gol brasilero?¿Hasta dónde caería la popularidad del fútbol, ha sabiendas de que su mandamás se niega a utilizar un instrumento que ayuda fuertemente a impartir justicia?


La televisión es el medio propicio para terminar con el problema de “gol o no gol”. Aquí, no se pone sobre el tapete si el deporte debe perder o no su condición subjetiva. Por el contrario, como sostiene Blatter, siempre es importante mantener la esencia. Sin embargo, ambas cuestiones no deben ser confundidas. La utilización de un instrumento que ayude a eliminar un error determinado y haga más justo el resultado de un cotejo, no tiene por qué significar la pérdida de la dimensión humana del deporte. Otras disciplinas lo utilizan, por qué no puede hacerlo el fútbol. Que la FIFA lo pruebe de una buena vez y termine con el absurdo de gastar dinero buscando soluciones en arcos virtuales o pelotas biónicas.

El Optimista


Pasaban los treinta minutos del segundo tiempo, cuando Martín Palermo ingresó al campo de juego. Era el debut mundialista de este goleador de 36 años de edad, que no deja de sorprender al mundo futbolero. Mientras muchos dan valor a su talento, otros minimizan su capacidad, confiriendo todo protagonismo a su fortuna.


Desde aquí, propongo que el puntal del éxito de este jugador descansa sobre la confianza que guarda en sí mismo y su convencimiento en que todos los objetivos planteados pueden ser alcanzados. Es por eso, que no puede afirmarse que él solamente tiene suerte, sino que hay algo más importante que eso.


No puede sostenerse que derrocha suerte aquel que falló tres penales en un mismo partido, como le sucedió a él en esa histórica derrota frente a Colombia, en un cotejo válido por la primera ronda de la Copa América de 1999. Sin embargo, eso no lo amedrentó y, tras casi no haber vuelto a ejecutar penales desde esa fecha, se animó en la final de una Copa Libertadores. Y en un Morumbí repleto, tomó el balón y batió al arquero.


No considero que se pueda asignar suerte a quien sufre una rotura de ligamentos, justo en el momento en que patea hacia su gol número cien en el fútbol local. Palermo lo padeció. Y eso no solo lo alejó de la actividad por seis meses, sino que le frustró una importante transferencia a la Lazio. Pero se levantó y volvió. Y su retorno coincidió con la el partido de vuelta por la misma Copa Libertadores. Nada más y nada menos que frente a River. Entró y metió un gol.


Volvió a caer nuevamente, como ese muro de concreto que el 29 de noviembre del 2001 se le precipitó sobre su pierna. Martín jugaba en el Villarreal español y estaba festejando con su gente una conquista. Fractura doble de tibia y peroné fue el resultado de ello. Cuatro meses tuvo de recuperación. Tras esas tremendas lesiones, sus movimientos ya no serían los mismos.


Siete años más tarde, estando a punto de ser convocado por Coco Basile para la selección, su estupendo presente se vio suspendido por una nueva rotura de ligamentos. Para cualquier jugador de su edad (34 años por aquel entonces), eso hubiese decretado el fin de su carrera. No fue el caso de Martín Palermo, quien se recuperó y siguió. Seis meses demandó la vuelta, pero aquello que con Basile no se pudo concretar, con Maradona llegó. La convocatoria lo encontró en un momento no muy auspicioso del Titán. Sin embargo, no la desaprovechó y en la recordada tarde del diluvio universal frente a Perú, puso su pie izquierdo al bombazo de Insúa y nos salvó del abismo. El estadio Monumental se arrodillaba por Palermo, como una semana después lo haría la Bombonera cuando marcara un gol de cabeza desde ¡40 metros! No confundir con el que años antes le había convertido a Independiente desde la mitad de la cancha.


En el último amistoso premundialista frente al selectivo de Haití, la hinchada arrojó una bomba de estruendo a la cancha. Esta explotó y una esquirla se impactó contra su mentón, abriendo una herida. Los médicos le colocaron un apósito resguardándola. El Loco siguió jugando y convirtió un gol. De cabeza.


Sustituyó al multicampeón del Internazionale milanés, Diego Milito. Diez minutos le bastaron a este goleador del underground para conseguir lo que tanto añoró y otras estrellas todavía no pudieron materializar. El “optimista del gol”, lo bautizó Carlos Bianchi alguna vez. El “optimista de la vida”, prefiero yo. “Cambio todo lo que logré hasta ahora, por levantar la copa”, aseguró una vez concluido el partido. Vos hacé lo que quieras Martín, pero nosotros no te cambiamos por nada. Sos un fenómeno.

jueves, 24 de junio de 2010

Apertura

Hola a todos, les presento mi blog que hice para presentarles mis opiniones sobre temas diversos y esperando que quienes lean estas notas tengan ganas de comentarlas. En principio, este espacio no fue creado para hablar del mundial solamente. Pero bueno, entendiendo que estamos en medio de éste y en Argentina no se habla de otra cosa que no sea de fútbol, las primeras publicaciones van a ser casi exclusivamente de eso. Obviamente, entre hoy y mañana se viene mi tributo al Titán. Además, un análisis sobre la primera fase disputada por nuestra selección y el impresionante torneo de nuestros equipos sudamericanos.

Un saludo y espero que les guste.

Cuatro años después

El remate de Cambiasso encontró las oportunas manos del arquero Lehman. Ese era el último suspiro del equipo argentino en el mundial del 2006. El golero alemán observó por enésima vez el machete que explicitaba a dónde patearían los jugadores albicelestes. Levantó los brazos al cielo y decretó nuestro final en la competencia.

Un mismo pensamiento invadió nuestras mentes. “Habrá que esperar otros cuatro años”, nos dijimos para nuestros adentros, con mezcla de bronca y resignación. Pero el tiempo pasó, tan rápido como un abrir y cerrar de ojos. ¿Quién iba a imaginarse, tras ese penal errado, que Maradona sería el técnico del actual seleccionado? El mejor jugador de toda la historia, se convirtió en el dueño de uno de los cargos más trascendentes de nuestra sociedad y casi sin experiencia previa. Hecho impensado tras la renuncia de José Pekerman apenas terminada la cita germana y el desembarco del por entonces exitoso Coco Basile, en Boca Juniors.

Muy pocos supondrían que, aquel Lionel Messi malhumorado con Pekerman tras la decisión del técnico en relegar su ingreso por el de Julio Cruz en ese crucial encuentro, sería hoy considerado por la comunidad futbolística internacional, como el mejor jugador de la actualidad. Golpeando una botellita contra el césped del Olympia Stadion de Berlín, mostraba su desinterés hacia la ronda de penales que para sus compañeros marcaba señalaba el camino a la derrota. Ese mismo joven es, hoy en día, el señalado para guiar al seleccionado a la victoria, en Sudáfrica.

Messi toma la posta de un Juan Román Riquelme que, siempre intentando destacarse por sobre el resto, no quiso ser menos que Fernando Redondo y renunció dos veces a la selección en este lapso. Su madre y sus códigos, fueron los motivos que lo alejaron cada vez más de quienes lo rechazan y lo acercaron a sus admiradores.

Paradojas de la vida, hacen que en Sudáfrica la selección vuelva a debutar contra un equipo africano, por tercera vez consecutiva. Nigeria en el 2002, Costa de Marfil en el 2006 y nuevamente las “Aguilas Verdes” en esta nueva competencia. Para deleite de los optimistas, nada mejor que arrancar la cita contra una de las cenicientas. Aunque no faltará el cabulero que prefiera caer derrotado, como frente a Camerún en el ´90. Claro, luego se llegó a la final.
Cuatro años pasaron. El futuro llegó. El próximo sábado se pone en marcha el nuevo sueño argentino. A favor o en contra de este proceso, debemos desearles muy buena suerte. A fin de cuentas, el éxito en esta copa va a darnos felicidad a todos.

jueves, 10 de junio de 2010

¿El mundial de las sorpresas?

Los resultados que han arrojado estos primeros diez días de competencia, sorprendieron a más de uno. Las derrotas de España y Alemania, los consecutivos empates de Italia e Inglaterra y la casi decretada eliminación francesa, son un ejemplo de que en el fútbol ya no se gana más con la camiseta.

La paridad existente entre las selecciones débiles y las poderosas, es la consecuencia de un fugaz proceso por medio del cual los equipos sparring de la copa (léase africanos, asiáticos, norteamericanos y algunos europeos) han sabido plantarse ante los candidatos. Todos ellos, adquirieron conocimientos tácticos que les permiten comprender mejor el juego y explotar las debilidades de sus rivales. Además, sus jugadores se encuentran desparramados por las ligas más importantes del mundo, lo que ha acelerado la evolución de sus habilidades técnicas y el desarrollo de la experiencia necesaria para competir contras las grandes figuras internacionales. A contrapartida de ello, es posible ver la involución de aquellas selecciones, que arriban a la gran cita con aspiraciones de levantar el trofeo.

Gracias a los beneficios conferidos por el mercado futbolístico global, las ligas de las selecciones grandes, están plagadas de jugadores extranjeros, que llegan a sus equipos como promisorios fichajes de bajo costo y, a la postre, muchos de ellos terminan ocupando un rol protagónico por encima de los jugadores locales. Dicha situación, atenta contra su ciclo de desarrollo de nuevos valores, arrojando como consecuencia una escasez en el recambio de calidad. Este es el problema que están atravesando los combinados europeos, en los cuales se observan a muchos veteranos defendiendo las camisetas de su país. Como resultado, la brecha de recursos entre ricos y pobres se ha acortado enormemente, a punto tal que ya no son frecuentes las tremendas goleadas que las selecciones fuertes le propinaban a las de menor relieve.

La única excepción pareciera ser España, que más allá de su derrota inicial ante Suiza, muestra un elevado volumen de juego, que le permite seguir soñando en conseguir el éxito. Sin embargo, en su futuro se vislumbra un camino pedregoso hacia la clasificación a octavos. En el mundial de las sorpresas no tan sorprendentes, Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y la actual campeona de Europa, pueden perecer mucho antes de lo previsto. Lo llamativo, es que pueden hacerlo todas juntas y al mismo tiempo.